El sapo corredor (Epidalea calamita o Bufo calamita), conocido también como sapo de los juncos, es un anfibio anuro europeo que suele vivir en países de Europa occidental y central, especialmente en áreas arenosas. Tiene la siguiente taxonomía:
Reino: Animalia.
Filo: Chordata.
Clase: Amphibia.
Orden: Anura.
Familia: Bufonidae.
Género: Epidalea.
Especie: Epidalea calamita.
Características del sapo corredor
El sapo corredor es un anfibio de tamaño medio que suele medir entre 7 a 10 cm, y pesa entre 4 y 19 gr. Esta especie de sapo tiene las patas traseras muy cortas, y cuando las extiende a lo largo del cuerpo el talón no sobrepasa nunca el nivel del ojo.
Tiene parcialmente palmeada la base de los dedos del pie. La cabeza, más estrecha que la del sapo común, luce una banda longitudinal amarilla que se prolonga sobre la columna vertebral.
El macho posee un saco vocal interno situado bajo la garganta. Los ojos tienen la pupila horizontal. El dorso es verrugoso, de color verde o grisáceo y tiene un jaspeado oscuro. El vientre es claro, con manchas oscuras.
Fue descrito por primera vez como Bufo calamita por Josephus Nicolaus Laurenti en 1768. El nombre Epidalea fue utilizado por primera vez por Edward Driver Cope en 1864, pero hasta 2006 todavía se consideraba miembro del género Bufo. Tras estudios genéticos, fue eliminado de ese género y lo rebautizaron como Epidalea calamita.
El sapo corredor vive hasta los 5 años.
Hábitat del sapo corredor
Puede ser visto ver cerca de los estanques, bosques, matorrales y humedales. Parece mostrar especial predilección por los terrenos arenosos por lo tanto, habita en las dunas e inmediaciones de los arenales. Es fundamentalmente una especie propia de las llanuras.
Puede ser encontrado en la península ibérica, en el centro y norte de Europa. Por ser más precisos, está presente en Portugal, España, Francia, Alemania, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Rusia, Suecia, Suiza, Ucrania, Austria, Bielorrusia, Bélgica, Chequia, Dinamarca, Estonia. También hay algunas poblaciones en Irlanda y el Reino Unido.
Suele vivir en lugares con una altitud máxima 2.540 m sobre el nivel del mar. Es abundante en la mayoría de los dos países donde se encuentra, principalmente en el sur. En el Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Suecia y Estonia, las poblaciones están más localizadas y en declive.
Durante la noche, se mueven por terreno abierto y sus huellas se pueden ver en la arena suelta. La distancia que recorren durante estos movimientos nocturnos es considerable, lo que le permite a esta especie colonizar rápidamente nuevos hábitats.
Alimentación del epidalea calamita
La alimentación del sapo corredor es idéntica al de otros sapos: insectos (hormigas), gusanos, gorgojos, limacos y arácnidos.
Comportamiento del sapo corredor
El epidalea calamita es de costumbres nocturnas. Las noches pueden animarse con auténticos conciertos: la duración de su sonoro croar, que se oye desde largas distancias, apenas supera uno o dos segundos, se interrumpe en seco y vuelve a comenzar. Como la mayoría de los sapos, se desplaza a ritmo de marcha o a la carrera, rara vez a saltos.
Cuando es agredido, adopta un comportamiento de intimidación típico: infla el cuerpo y emite ruidosos soplidos. A veces sus glándulas cutáneas producen una espuma gris y nauseabunda. Es un excelente trepador y puede salvar paredes verticales. Hiberna desde octubre hasta finales de febrero, en un refugio subterráneo que él mismo excava o en cualquier grieta.
Durante el día permanece escondido bajo troncos y rocas o en refugios hechos por otros animales.
¿Por qué se llama sapo corredor?
Muchos se preuntan por qué esta especie se le conoce como sapo corredor. Y es que, a diferencia de la mayoría de los anuros, la mayor parte del tiempo no se mueven saltando, sino en pequeñas carreras, razón por la cual al epidalea calamita se le llama sapo corredor.
Reproducción del epidalea calamita
Los periodos de acoplamiento del sapo corredor se producen generalmente en abril y mayo, pero pueden prolongarse hasta finales del verano. Los sapos corredores ponen sus huevos en cadenas de 1 a 2 m en estanques poco profundos. Cada hembra pone de 3.000 a 4.000 huevos, repartidos en dos cordones paralelos.
La incubación dura de cuatro a seis días y la metamorfosis ocurre siete semanas después de la eclosión.
Para una reproducción exitosa, los estanques deben tener una pendiente suave con algo de vegetación en las orillas y en el agua. A menudo, estos estanques son temporales y las larvas no tienen tiempo de desarrollarse por completo antes de que el agua se seque. Para compensar la alta mortalidad, el sapo se aparea varias veces durante el verano. En septiembre, la edad de los sapos corredores oscila entre uno y tres meses.
Estado de extinción del sapo de espuelas pardo
De acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, el sapo corredor figura como una especie con una tendencia poblacional decreciente. Su riesgo de extinción ha sido catalogado como de preocupación menor.
En el Reino Unido, el epidalea calamita es una de las tres especies de anfibios protegidas por el Plan Nacional de Biodiversidad. Las razones presentadas para su estado de conservación son:
- Pérdida de hábitat por sobrepoblación humana.
- Reducción del hábitat costero por la construcción de diques.
- Acidificación del hábitat acuático por la acción de la lluvia ácida y otros tipos de contaminación.
El sapo corredor se considera en peligro de extinción en Irlanda. Con el objetivo de dar marcha atrás a la disminución de la especie, el Servicio de Parques Nacionales y Vida Silvestre ha creado estanques para su reproducción.